

El prólogo, es de otro de los grandes, el español Juanjo Sáez, del que ya hablaré otro día pero lo dejo aquí como reseña para el que ya lo conozca. De hecho, el prólogo de Juanjo fue lo que me hizo pensar que no podía ser malo el libro, y en efecto, buenísimo. La edición, a color y con pasta dura, bien bonico.
Poesía ilustrada que recomiendo a todo el mundo, para reir, y para pensar.
P.D: Gracias a Esther por este regalo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario