
Nos narra la historia de dos familias que arrastran cuentas pendientes, una
franquista y la otra republicana, que se entrecruzan en el pasado constantemente hasta unirlas en el presente. Historia de amor y de perdón entre
Alvaro Carrión y Raquel
Fernández Perea, siendo sus respectivas historias familiares ejemplos de la historia de otras muchas
familias en España desde la
guerra civil hasta la transición. La autora trata de hacer un ejercicio de ecuanimidad por no dejar ni mal ni bien tanto a un bando como a otro, pero siempre beneficiará al bando de la izquierda. Lectura bastante amena aunque en algunos momentos, muy al estilo de
Almudena Grandes, repetitiva. La recomiendo, me ha gustado.
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