Novela policial ambientada a fines de los años 90 que nos cuenta la historia de un inspector que busca al criminal de una niña, Fátima, que ha sido sexualmente agredida y asesinada. Aunque no es sólo la búsqueda de ese asesino sino también las propias reflexiones que el inspector realiza de sí mismo encontrando cosas que creía olvidadas o incluso jamás había llegado a sentir.
Son tres los personajes principales, los tres carentes de ilusiones y que no esperan nada importante de la vida. El inspector, policía nacional durante años en Bilbao y amenazado por ETA, consigues conocer incluso sus manías y sus gestos. Susana Grey, profesora de la niña, madrileña a la que el amor llevó hasta ese pueblo andaluz (Úbeda) y años después de ser abandonada sigue allí, como si hubiera algo que le ata. Es una mujer culta y también una mujer herida. Entre ella y el inspector surge una historia de amor, sin sentimentalismos ni reproches, pero bañada en sensaciones. Y por último el tercer personaje principal es el propio asesino, que no tiene nombre, pero al que describe sicológicamente muy bien y te lleva a conocerlo y despreciarlo.
Pesadilla que te atrapa, que peca de repetitivo en muchos momentos, que llega a horrorizarte en los pasajes en los que describe meticulosamente el asesinato y después conmoverte con historias más amables. Con un final previsible aunque abierto pero que no deja de sorprender.