viernes, 21 de marzo de 2014

MORRIÑA

En 1889 Emilia Pardo Bazán publica «Morriña», novela de estilo realista. Nada más sencillo que el argumento de esta novela. La viuda de un magistrado, doña Aurora, tiene un hijo, Rogelio, á quien quiere y mima en extremo, estudia leyes y es un ser totalmente normal. Doña Aurora, buena mujer, destaca por su amor de madre. Su casa, situada casi enfrente de la Universidad; sus tertulianos, viejos amigos del marido difunto. Todo rezuma  realidad, sin idealización ni adornos. La acción de la novela se reduce á los amores de Rogelio con una criada, Esclavitud,  que toma su madre, de apenas veinticinco años y llena de “morriña” tanto de su Galicia natal como de amor y ternura.  El modo con que Rogelio sé enamora de la muchacha, sus vacilaciones, su ternura nerviosa á veces, el miedo de enojar á su madre, su vanidad  al verse querido, su plan de buscar otra novia, su distracción montando á caballo, su egoísmo y su falta de energía para impedir que su madre eche de su casa a Esclavitud, y hasta la entregue á un viejo amigo, todo está pintado con una verdad cruel y con una exactitud tremenda. Esclavitud se prenda de Rogelio y su voluntad se le rinde, con una inclinación tan exclusiva, que sin Rogelio no hay ya para ella sino la ………....  Desentrañar el final la autora  lo deja casi a la elección del lector. Buenísimo, recomiendo su lectura.

jueves, 20 de marzo de 2014

ÚLTIMAS TARDES CON TERESA

Narrada  en tercera persona “Últimas Tardes Con Teresa” (1966) ubica en Barcelona una relación amorosa entre dos personajes de distinta condición: una muchacha burguesa, progre e idealista llamada Teresa, y un atractivo joven barriobajero que se dedica a la delincuencia, Manolo, también conocido como Pijoaparte.
Choque de clases y contrastes sociales marcados por las carencias, hipocresías y caprichos de los distintos estratos sociales, son la base de esta novela. Se critica a la burguesía y se establece un miramiento realista al aspecto social de la emigración hacinada en los barrios marginales, con caracteres que buscan más el materialismo liberador que el idealismo del que ya posee el bienestar económico.
La Barcelona de la década de los 50, está narrada como para ubicar al lector en la urbe catalana y los personajes principales, perdedores en sus diferentes empeños vitales, descritos de manera perfecta y con un tono melancólico.
De fácil lectura pero se nota en ella el paso del tiempo.